CONSOLIDACIÓN EMERGENCIAL DE LAS ESTRUCTURAS DE ADOBE DE LAS RUINAS DE LA ANTIGUA FÁBRICA DE TEJIDOS SANTA BÁRBARA
Resumen
Las primeras industrias de tejidos en Brasil fueron implantadas a partir del siglo XIX. No obstante, la implementación de la industria textil en Minas Gerais vivió su apogeo hasta mediados del siglo XX cuando fueron instaladas en el interior de la provincia innumerables fábricas montadas con maquinaria proveniente, sobre todo de Inglaterra. Estos equipamientos venían en navío hasta Rio de Janeiro y entonces eran transportados a lomo de burro por las montañas y sierras de Minas Gerais. El aumento de la exportación del algodón juntamente con la abolición de la esclavitud en 1888, incrementando el trabajo remunerado, contribuiría para el desarrollo de la industrialización. En este período, todavía era común el sistema constructivo utilizando la tierra como material de construcción. La pared de barro y cascotes o palos atravesados y los adobes fueron comúnmente utilizados en la edificación de casas, capillas e iglesias en diferentes regiones; específicamente en aquellas donde la existencia de piedra y de vegetación era escasa. Semejantes realizaciones de estas técnicas de arquitectura, actualmente, todavía pueden ser identificadas. La fábrica de tejidos Santa Bárbara fue erguida en 1874. Su sistema de construcción se constituye de la siguiente manera: piedra en la base que sostiene las columnas, estructura en madera y en los muros de tablas de madera con adobes y tejados coloniales. En los años 1950, una nueva sede es construida y la antigua fábrica es abandonada. La villa de obreros todavía se conserva y permanece inalterada. En el año 2005, uno de los propietarios de la antigua fábrica decide transformar las ruinas de la misma en un palco para un festival de jazz. El espacio de tiempo era corto, entonces, fue desarrollado un proyecto de emergencia de restauración visando solamente la higienización y consolidación de las estructuras en adobe y el tratamiento del maderaje. La estructura compuesta por madera y paredes en adobe, que se encontraba bastante deteriorada, presentaba patologías como desmoronamiento, desvíos y relieves sobresaliendo del adobe y de las argamasas; pérdida y fragmentación en adobes y argamasas; suciedad generalizada; manchas de humedad y presencia de sales. El maderaje había sido atacado por termitas de suelo y de madera. El proceso de restauración se dividió en dos etapas: concientización y capacitación de la comunidad local y ejecución de la intervención propiamente dicha. La primera etapa envolvió la formación de profesionales que habitan en la villa obrera y que no prestaban ningún tipo de servicio para la actual fábrica. Criterios de intervención como la compatibilidad y la permeabilidad de materiales, la máxima conservación del original y la estabilización y preservación de la estructura fueron tenidos en cuenta. El festival de jazz fue realizado con suceso, atrayendo a un público de diversas provincias de Brasil. La preservación histórica arquitectónica aliada a programas de gestión cultural y de turismo, cuando es bien administrada, alcanza resultados positivos y, paralelamente, la formación y educación patrimonial de mano-de-obra carente, la revalorización de la región como polo turístico y su mantenimiento, posibilitan la continuidad en el proceso de restauración y conservación del edificio como así también en mejoras económicas y sociales.