Construcción con tierra, evolución e identidad situada
Resumen
Desde sus orígenes el hecho de construir morada en tierra ha estado basado en procesos cognitivos y grupales donde las formas y soluciones han sido sugeridas y testeadas hasta alcanzar modelos posibles de ser traspasados a futuras generaciones. Es por lo anterior que el trabajo aquí presentado argumenta sobre lo humano-colectivo como uno de los valores evolutivos e inmateriales de construir en tierra. Desde los inicios de la cultura, los procesos constructivos basados en materiales locales y en especial las tipologías en tierra, han sido de innegable importancia como patrimonio social y cultural, toda vez que los procesos de globalización aun no existían. Este trabajo sugiere que es esta condición inicial del trabajo comunitario en construcción con tierra lo que entre otras cosas se han mantenido hasta nuestros días. Se trata de procesos constructivos que desde sus orígenes ha incorporado el aprendizaje periférico que es propio de las comunidades de practicantes, lo que gracias al traspaso oral de conocimientos ha colaborado en la formación de identidad y la preservación de la cultura local. Por todo lo anterior es que aquí se teoriza sobre los valores sociales y culturales de estas técnicas ancestrales en términos darwinianos como un fósil viviente que estabiliza y refuerza la cohesión de grupos y sus identidades. La idea de aceptar cambios y adaptarse a estos para desarrollar condiciones de resiliencia cultural permite considerar lo foráneo desde lo situado. Lo situado sugiere sobre el conocimiento de técnicas y tipologías en la construcción con tierra como un híbrido entre lo local y lo externo. Todo lo anterior entendiendo el contexto de posibilidades culturales, entre grupos sociales como agentes intencionales y por medio de procesos cognitivos situados.