La Ricarda: work in progress
Resumen
En 1949, Antonio Bonet vuelve a Barcelona después de trece años de exilio forzoso debido a la guerra civil española. En el viaje de regreso de Bérgamo a Buenos
Aires (como delegado argentino del VII CIAM) hará escala en su ciudad natal y recibirá el encargo de construir una casa situada cerca de la laguna de La Ricarda,
en la población costanera de El Prat del Llobregat. Ricardo Gomis e Inés Bertrand deseaban una amplia casa para pasar las vacaciones y los fines de semana junto
a su extensa familia y amigos. Será Joan Prats, galerista y defensor de la vanguardia artística de Barcelona, quien sugerirá a Bonet como el único arquitecto
continuador de la arquitectura moderna encarnada en los ideales del Gatcpac y sustituto de Josep Lluis Sert, quien había declinado la oferta.