PROYECTO DE DESARROLLO EN QOTOWINCHO
Resumen
Qotowincho es un pequeño centro poblado, ubicado en la única zona inhóspita del hermoso valle de Urubamba, en Cusco (Perú), donde empujados por la pobreza encontraron un lugar para vivir 500 familias de muy escasos recursos. Dadas sus características de extrema necesidad, el lugar fue elegido para realizar un proyecto de mejora en la calidad de vida, transfiriendo tecnologías ecológicas, accesibles a su economía, compatibles con su cultura y cuyo aprendizaje abra posibilidades de aprender un oficio o generar micro-empresas. El Proyecto incluyó el diseño y la construcción de un centro de salud de 1000 m2. con tecnologías que utilizan recursos locales (tierra, piedra, madera, caña, cactus), respondiendo a su tradición cultural constructiva. El diseño del Centro tuvo en cuenta la condición sísmica del lugar. Las estructuras consideraron las investigaciones realizadas en el Perú para mejorar las tecnologías, dándoles sismoresistencia, dentro de ciertas condiciones. El primer piso tiene muros de adobe, un sobrecimiento alto de piedra, muy usado en el lugar; el segundo piso es de quincha (paneles de madera y caña); para la estructura de columnas, entrepisos, vigas, tijerales y techos se usó madera, tanto eucalipto (abundante en la zona) como águano (madera de la selva cusqueña). La construcción fue demostrativa y didáctica con participación de un grupo de la comunidad. A los participantes, cada fin de semana, se sumó toda la comunidad, siguiendo la costumbre ancestral de las faenas comunales. La presencia de mujeres en la construcción fue relevante, mostrando su capacidad para asumir tareas que antes estaban reservadas sólo a los hombres y lo hicieron con interés, entusiasmo y afán perfeccionista. El proyecto ha demostrado que es posible transferir la tecnología mejorada al pueblo, enseñándoles a utilizar refuerzos y arriostres estructurales para darle sismoresistencia a la construcción de adobe, dentro de ciertas condiciones; fabricar y construir con la quincha prefabricada y la madera, hacer instalaciones sanitarias sin dañar los muros de adobe y revestirlos usando jugo de cáctus para darle impermeabilidad; así como hacer cultivos hidropónicos, usar la energía solar y contar con un medio de comunicación con las comunidades alto andinas. La transferencia realizada no sólo ha mejorado notablemente las capacidades de la gente, sino, lo que quizás es más importante, su propia autoestima. Un resultado adicional es la demostración de que es posible que profesionales de distintas instituciones pueden hacer un trabajo conjunto, unidos por el interés común de contribuir a mejorar la calidad de vida de las familias marginadas en el ámbito iberoamericano, cumpliendo así con los objetivos del Programa de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, CYTED, al cual pertenecen.