El ruido en tiempos del COVID. Las molestias por baja-frecuencias de sistemas HVAC durante el encerramiento y restricción vehicular
Resumen
A consecuencia de la pandemia por la COVID-19 el paisaje sonoro en todas las ciudades del mundo sufrió un gran cambio, el cual durante el tiempo en el que las personas obligatoriamente tuvieron que cumplir un encerramiento estricto, primero, y más laxo a medida que se controlaba la transmisión del virus. Los niveles de ruido urbano se redujeron a valores nunca imaginados, por lo que las personas tuvieron oportunidad de tener una percepción auditiva y psicoacústica particular de su entorno sonoro. El caso que aquí se analiza es el de la emisión de ruido en baja-frecuencias de instalaciones de HVAC en una azotea, que impactaban sobre torres con departamentos que se encuentran a más de 150 m de distancia; los reclamos se iniciaron antes de la pandemia, pero a raíz del encerramiento obligatorio y la disminución del ruido urbano, el impacto por ese tipo de ruido se hizo más notable, produciendo mayor cantidad de quejas de la vecindad porque la percepción psicoacústica era que ‘el ruido es más fuerte’. Se realizó un monitoreo de ruido cuando las autoridades permitieron la movilidad de personas en abril del 2021, para desarrollar un proyecto de ingeniería y arquitectura acústica a fin de mitigar la propagación de esas ondas, y otro a posterior de concluidas las obras de implementación. En esta ponencia se analizarán esos tres escenarios, con el resultado de las mediciones de los sonidos en baja-frecuencias, que se obtuvieron en sendos monitoreos de larga duración.